Página 7 - Periódico - Tercera Edición (2)

Versión de HTML Básico

Sexta Edición
20 de junio de 2016
Tras un intenso día de colegio acompañé a mi anfitriona, Danielle, a su clase de danza aérea (la danza que se
practica subiéndote y haciendo acrobacias en dos telas colgadas del techo), a la cual tuve la oportunidad de asistir
como principiante. Al principio, cuando lo
ves en tercera persona, parece una tarea
sencilla, y solo cuando estas frente a las
telas poniendo tu peso y fuerza a prueba
te das cuenta de lo complicado que es
mantener un equilibrio entre tu cuerpo y
las telas; aun así, me las apañé para subir
a las telas y al menos hacer un par de
volteretas, aunque las agujetas del día
siguiente fuesen a pasarme factura.
Todos los años, el Instituto Thomas
Jefferson organiza el TJMUN, un evento
de tres días de duración en el que
aquellos estudiantes que quieran participar tienen la oportunidad de simular un debate de las Naciones Unidas,
representando cada uno a un país en un problema mundial real. Dada la coincidencia de fechas, los alumnos
españoles tuvimos la oportunidad de asistir y ver los distintos debates que se organizaban, asistiendo incluso al
cocktail posterior que organizaba el colegio. Asistir a la fiesta fue una experiencia increíble en la que pude conocer a
muchísima gente, bailar canciones típicas mexicanas y, por supuesto, comer tacos de mano del colegio, todo
acompañada de mis nuevos amigos mexicanos y españoles. Ese viernes asistí a clase también y por la tarde fui con
Dani a casa de una amiga suya, para después salir con todo su grupo de amigas y cenar, sin duda, una experiencia
para recordar.
El primer fin de semana fue increíble, el
sábado fuimos toda la familia a San Ángel,
un pequeño pueblo en el extrarradio de la
ciudad, famoso por el mercado artesano
que se organiza cada semana el cual tuve la
suerte de visitar. Allí compre muchos
souvenirs artesanos y comí una nieve, que es
como un helado pero preparado sin leche y,
sinceramente, mil veces más rico que los
tradicionales y una deliciosa torta mexicana,
todo un descubrimiento. El domingo fuimos a
Coyoacán, otro pueblecito, donde dimos un
tour en el tranvía y pudimos ver la casa de
Frida Kahlo y Leo Trotski, motivo por los que esta aldea es reconocida mundialmente. Por la tarde fuimos a México D.F,
donde asistimos a una exposición de Star Wars que se organizaba en el World Trade Centre, la cual estuvo increíble e
incluso jugamos toda la familia al laser tag. Tras un fin de semana agotador fuimos por la noche a un restaurante
giratorio desde el cual se veía todo México, donde tomamos un postre contemplando la enorme ciudad iluminada.