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Quinta Edición
1 de abril de 2016
Un viaje inolvidable, con muchísimos recuerdos únicos y rodeados de las mejores personas: un curso muy
especial.
Y llego el 6 de marzo, el día en que iniciamos nuestro ansiado viaje a Italia, un viaje con el que todos los alumnos
tanto soñamos desde que entramos en el colegio. Todos nerviosos nos despedíamos de nuestras familias para
coger los vuelos que nos trasladarían a tan pintoresco país: Jerez- Madrid-Italia.
Nuestras primeras tres noches las pasaríamos en un hotel en un pequeño pueblo italiano, Montecatini ideado
como ciudad dormitorio con muchos pubs y tiendas alrededor. El hotel con aires de la antigua Grecia lo
recordaremos siempre por detalles como su mejorable comida o sus habitaciones con armarios misteriosos.
Nuestra primera salida sería a la ciudad de Pisa, pudimos disfrutar de una visita guiada donde conocimos
monumentos como el Baptisterio o la famosa torre de Pisa, donde también nos reímos un rato intentando
fotografiar el recuerdo más original posible. Tras una comida en tal hermosa ciudad y disfrutando un día frío pero
soleado nos movimos al pueblo de Lucca. Era el primer año que el colegio organizaba esta visita y a pesar de su
brevedad, disfrutamos de un paseo guiado por este pueblo donde destacan sus innumerables iglesias, así como de
algún que otro cante de nuestra simpática guía.
Tras la primera noche de hotel, donde encontramos momentos tanto para reírnos jugando varias partidas de
póker con Maite y Roberto como para descansar iniciábamos nuestra siguiente salida hacia Florencia, preciosa
ciudad, donde quedamos encantados por la gran cúpula de la catedral de Santa Maria de Fiore, sin duda de lo que
más nos llamó la atención a todos. También desgastamos sus maravillosos helados a pesar del mal día que nos
acompañó. Esa misma noche, teníamos ganas de pasar un buen rato entre compañeros y los profesores nos
consiguieron la entrada a un pub de Montecatini , donde compartimos canciones italianas y españolas e hicimos
muy buenas amistades.
Nuestro tercer día estaba reservado para las ciudades de Siena y Asís. De la primera me quedo sin duda alguna con
su catedral, a pesar de que Roberto nos había advertido de lo maravillosa e impresionante que era no me la
llegaba nunca a imaginar. De Asís aunque nuestra parada fue breve, es una ciudad que nunca se me olvidara por
la alegría que despierta gracias a sus paisajes y pequeñas casitas decoradas con flores.Esa misma noche nos
trasladamos a Roma a un hotel nuevo que nos encantó. La comida maravillosa y las habitaciones sin duda para el
recuerdo. Debíamos descansar porque el día que nos esperaba iba ser duro. Y bien advertidos que quedábamos
porque vimos gran parte de Roma en tan solo un día, la Capilla Sixtina, el Coliseo, la plaza de San Pedro… una
joya de ciudad. Aunque, ya un poco cansados de tanta pasta y pizza comimos en un buen restaurante italiano y
realizamos algunas compras alrededor de la ciudad.
El viaje llegaba a su fin ya nos quedaba la última parada por La Roma Barroca y la Fontana di Trevi donde sin
falta todos y cada uno de nosotros lanzó su correspondiente moneda como indica la tradición. Finalizada la visita
cogimos los vuelos rumbo de nuevo a casa y sintiéndonos super satisfechos con el pedazo de experiencia que
habíamos compartido todos juntos.
Este viaje nos ha servido para crear muchísimos vínculos entre el grupo, ahora más que nunca somos una piña
como bien decimos nosotros y nos volvemos del viaje con nuestra propia canción italiana que sin duda describe
muy bien nuestro completísimo recorrido.
Belén Romero (2º BACH).
Viaje a Italia